lunes, 22 de marzo de 2010

EL COLLAR DE PERLAS

Creo que ya sabeis todos, por lo menos los que me seguís en facebook y en mis otros blogs, que mi madre me regaló un maravilloso collar de perlas de tres vueltas.
Yo nunca he usado joyas porque las que me regalaron cuando me casé las vendí para comprarme droguitas necesarías para llevar a cabo mis obligaciones de madre y esposa.
Pues bien, a estas alturas de la vida, como tengo tantas amigas diseñadoras de joyas, yo creo que me han contagiado el entusiasmo.
Empecé a ponerme el collar a todas horas, desde la mañana aunque no pegase nada.
Pero como no sabía nada sobre el asunto, me perfumaba cuando ya me había puesto el collar, craso error, y la mayoría de las perlas se han quedado opacas.
En la joyería me dijeron que no podían hacer nada, mi madre me dijo que lo tirara a la basura pero yo, como soy una brujita vasca, lo he llevado a un lugar de Lamiaco, que es un pueblito en el que antes vivían las lamias y en donde todavía quedan artesanos a la antigua, lo he mandado platear, así que dentro de poco me volveréis a ver con el collar de tres vueltas.

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